Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.
Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA
(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro
Comentario
Capítulo 53
Trata en este capítulo como, asentada la piedra grande de la batea llamada cuauhxicalli, hizieron alegrías los mexicanos y gran conbite
Luego la acabaron de subir y asentar la piedra, començóse la música de los caracoles y atabales. Y otro día hizo el rrey Monteçuma gran gasto de sus almazenes y despensas. Y los saçerdotes tlamacazque todas las tres noches y días hazían grandes hogueras ençima de la casa alta del Hitzilopochtli, con los caracoles y atabales. Al cauo de ellos se hizo un solene mitote (areito) de teponaztle y el atabal grande haze consonançia. Hizo conbite a los señores prençipales de Tezcuco y Tacuba y a todos los balerosos y capitanes mexicanos, y les dieron dádiuas de rropas muy rricas, mantas, pañetes, beçoleras, orexeras, y se fueron a cabo de ellos, despedidos para sus tierras. Y en este comedio dixo Axayaca a Çihuacoatl Tlacaeleltzin: "Señor, parésçeme que nos llegásemos a ber las tierras de Mechuaca, que es el señor dellos Cacçoltzin tarascos [67r] agora llamados. Dixo Çihuacoatl: "Sea mucho de norabuena. Bayan luego mensajeros a dar abiso de esta yda a los señores de Aculhuacan, tezcucanos, a los de Tacuba y a todas las demás partes y lugares". Y así, fueron abisados a Tlacateccatl y a Tlacochcalcatl y a Teuctlamacazqui y a Huitznahuacatl, y los baxadores hizieron su baxada dándoles a tender la partida se haze para Mechuacan, basallos del rrey Cacçoltzin, y que eran todos unos los mexitin, mexicanos, chichimecas y ellos, que, quando benían a poblar a Tenuchtitlan, se abían quedado gran parte dellos com sus mugeres la parte que llaman Pascuaro, son agora llamados michhuacantlaca, son llamados tarascos. Y si el Huitzilopochtli era era su ayuda y fauor y traían algunos catiuos de allá, que con ellos abían de estrenar el cuauh-xicalli, baso y brazero de piedra y, mejor entender, degolladero de ynoçentes y hartura de almas al demonio Huitzilopochtli. Y con esto, despedidos los mensajeros, el rrey Neçahualcoyotzim les dio que diesen al rrey Axayaca unas armas y deuisa, hera un quetzalpatzactli, debisa muy rrica de preçiada plumería, una rrodela aforrada en cuero de tiguere la mitad, otra mitad un sol de oro, a la rredonda della puntas de agudas nabanjas, armas preçiadas de rreyes, macana de nabaxajones agudos. Y con esto, binieron los mesmos señores a oyr la enbaxada de los señores mexicanos. Oyda la rrazón, fuérose cada uno a su pueblo adereçar y aperçibir toda la más gente que pudieron llegar armados y las mugeres a hazer matalotaxe, tlaxcaltotopochtli y pinole y otras cosas nesçesarias de pinole y chile molido seco, como sal, pimienta. Y el rrey Axayaca habló a los capitanes mexicanos Tlacateccatl y a Tlacochcalcatl y a todo los demás, si estauan ya aperçibidos todos los mexicanos según uso y costumbre, cada un barrio los unos con su capitán, que començasen a caminar y que allí en Matlatzinco, Tolocan, se abían de juntar todos. Y bió asimismo mensajero a los señores matlatzincas para el rresçibimiento y matalotaxe de la gente sola mexicana. Y así, fue luego mensajero para Matlatzinco, Calimayan, Tzinacantepec, los quales començaron a hazer el matalotaxe con toda presteza. Fue asimismo otro baxador a hazer sauer a Neçahualcoyutzin luego se aprestasen sus gentes y soldados y los de Tacuba, Azcapuçalco, Cuyuacan, Suchimilco y chinanpanecas. Buelto Ticocyahuacatl con la rresoluçión de todos los prençipales comarcanos, como començauan a caminar para aguar a todos los demás pueblos en Toluca, Matlatzinco. E luego llamó Çihuacoatl Tlaylotlac teuctli a los capitanes Quauhnochtli y a Tlilancalqui y a Tlacateccatl y Tlacochcalcatl e les dixo y encargó por tales balerosos capitanes lleuasen la delantera de los tigueres, leones, águilas mexicanos y acometiesen con grande ynpitu y braueza, que la primera escaramuça y rrecuentro el amedrentallos y perderles su ardimiento y ánimo y acobardarían los enemigos, "y este abiso daréis a los demás capi [67v] tanes cuachic, otomitl y achcauhtin y tequihuaques, son balerosos, de los primeros acometedores; yréis dando ánimo a los mançebos jóbenes y lleuarlos con benibolençia, deteniéndolos al acometer, lleuandos como soléis, tre çinco jóbenes un cuachic, tre otros çinco o seis un otomitl y, por su orden, de otros tantos, un achcauhtli y luego un tequihua, todos conquistadores. Pero sobre os cargo a nro muy querido y amado hijo el rrey Axayacatl teuctli, y mirá que no le susçeda como la batalla de los matlatzincas lo que le susçedió con Tlilcuetzpal, que seréis ya por ello condenados a muerte, sino muy grande ojo y cuenta con él". Asimismo dio Çihuacoatl grandes abisos y cuidado al rrey Axayaca mirase por sí y por su gente y no se metiese tanto tanto tre los enemigos. Abisado de esto Axayaca, se despidió dél, lleuando por guarda de su persona a Huitznahuatl y a Tlacateccatl y a Tlacochcalcatl, Ticocyahuacatl y Eshuahuacatl, todos estos. Y los otros balerosos Aculhuacatl, Tocuiltecatl, Tezcacoacatl, Huitznahuatlaylotlac y Hueyteuctli, estos yban acaudillando a toda la gente mexicana. Y los q lleuauan la rretaguarda eran Cuauhnochtli, Tlilancalqui, Teuctlamacazqui, y cabo de escuadra eran Tlailotlac Çihuacoatl teuctli, sobrino de Cihuacoatl. Llegados a Matlatzinco, los salieron a rresçibir todos los señores de todos los pueblos como a tal rrey y señor hera, los quales y con palabras consolatorias muy corteses, rregaladas, fueron aposentados en los palaçios del pueblo y les dieron de comer a él y a todos los prençipales y capitanes lleuaua Axayaca de muy buenos manjares y suabes, y el propio Chimalteuctli dio aguamanos al Axayacatl, rrey. Acabado esto, bino el rrey de Matlatzinco, Chimalteuctli, y presentóle una rrodela y una macana se abía hecho y labrado para él y asimesmo le presentaron cantidad de rrodelas y macanas muy fuertes; y Axayaca les rrindió las gracias por la merçed y buena obra de darles armas para sus gentes y soldados y llamó a Cuauhnochtli y a Tlilancalqui y Teuctlamacazqui, díxoles: "Beis aquí las armas que estos nros abuelos y padres y hermanos nos an dado. Rrepartildas de buestras mas a los soldados menesterosos de ellas". Hiziero estos prençipales a los cuachicmes y tequihuaque rrepartiçión de las armas, en espeçial a los llamam cuauhhuehuetque, son como maestros de las armas. Y así, con esto, se partieron para los puertos de Necantepec, orillas de los pueblos de Mechuacan. Y allegados allí, hazen buhiyos como casas, tiendas, de baras y rramas, y yerua seca para lugar de tapetes y asentaderos o sillas. Y llegado allí el campo, rreparten a los capitanes las estancias conforme su meresçimiento. Otro día mandó Axayaca se escogiesen para ser delanteros los más balerosos y esforçados soldados y según y la manera dha fueron estos por orillas del monte hasta estar çerca de los tarascos, llamados matlatzinca, y se terraron allí hasta ya bien noche. Y çerra la noche, a oras de dormir, fueron a ber el primer pueblo, [68r] que se llaman matlatzinca, y yendo sotilmente, llegaron a las belas y guardas de la frontera, que estauan en gran contento junto a las lumbreras, puestos sus arcos y flechas muy çerca de sí y sus hondas de tirar piedra, puestas la cabeça unos morriones como caxcos de azero. Bueltos al rrey Axayaca, cuéntale la manera susodha y asimesmo le contaron que abría de gente bieron, serían como quarenta mill hombres, "macuilxiquipilli yn maçehualli", que en el pueblo de Matlaçingo abía.